El niño necesita un hogar seguro y estable

 

De: Pablo Hoft




Es evidente que muchos de los problemas juveniles son consecuencia de factores tales como la filosofía materialista y carente de valores divulgada por los medios de comunicación; el ocio de muchos jóvenes; y el hecho de que las escuelas a menudo hoy no  enseñan nomas de moralidad ni imponen una disciplina adecuada. No obstante, muchos de los jóvenes superan las influencias nocivas y llegan a ser adultos morales y útiles  ¿Por qué? Porque probablemente han sido criados en hogares estables en los cuales recibieron afecto y disciplina en dosis correctas; han tenido padres que ponían un ejemplo ante ellos y que les enseñaban buenos principios de conducta. Naturalmente, las decisiones que toma el joven son un factor importantísimo y no deben ser ignoradas.

Casi todos los sicologos modernos están de acuerdo en cuando a la causa principal de la delincuencia juvenil y de la personalidad mal estructurada de dichos adolescentes: señalan que en la mayoría de los casos hubo una educación errada en la formación primaria. Muchos jóvenes fallan porque los padres fallan. Se hace necesaria una escuela para padres, aunque se diga que para ser padres es algo innato.

Pero es claro que los padres muchas veces necesitamos la guía de otros, o consejos de aquellos que ya han criado buenos hijos. Entonces si usted desea una buena formación de la personalidad de sus hijos necesita algunos factores indispensables que cumplir:

A.      ESTABLECER UN HOGAR SEGURO.

No es conveniente en absoluto subestimar la importancia de la primera infancia en el desarrollo del niño. El sicólogo evangélico James Dobson dice que los primeros cinco años de la Vida tienen muchísima importancia para toda la vida que sigue, pues en aquel periodo se establecen los fundamentos: Las actitudes y los valores de la persona, su amor a Dios, su concepto de si mismo todo esto se arraiga en los primeros años. En cambio, dicen los psicólogos que la mayoría de las enfermedades mentales (graves o leves) son resultado directo de conflictos no resueltos en la primera infancia.  La necesidad de tener ambos padres y el clima de amor y seguridad son imprescindibles para el desarrollo íntegro del niño. Por ser desvalidos y dependientes, los niños aprenden y reflejan el clima emocional del hogar. Toda riña entre los padres provoca desorientación en el niño. La estabilidad en el hogar tiene como resultado la estabilidad del niño. Un experto en la materia observa:

Cuando hay tensiones, falta de armonía en el matrimonio, o aun demasiado revuelo en el hogar, los bebes responden llorando a la inversa, un niño inquieto puede sosegarse inmediatamente en los brazos de una persona extraña, después de que la frustrada madre ha tratado de calmarlo durante mucho tiempo sin resultado.  Al parecer, el niño percibe y siente serenidad ante la calma del extraño.

El amor maternal es un factor muy Importante en el desarrollo del niño. Es un hecho bien conocido que el bebe que no tiene contacto estrecho con un adulto, puede sufrir daños físicos y psicológicos  Collins observa:

La clase y gravedad del daño depende de la edad en la cual se produce la privación, el tiempo que dura y la calidad que se provee en su reemplazo.  Aparentemente, la vulnerabilidad alcanza su máximo grado durante la infancia precoz (tres a seis meses) Durante la Segunda Guerra Mundial, Spitz (1945) estudio a los niños que vivían en instituciones donde el cuidado físico era adecuado, pero los estímulos eran mínimos comparados con niños de familias normales, los niños que vivían en estas instituciones eran lentos para aprender a caminar y a hablar, enfermizos, descuidados, desobedientes a los adultos, de poco apetito y generalmente descontentos Parece que los estímulos frecuentes y mucho «cariño tierno y afectuoso" son necesidades ineludibles para el desarrollo saludable de un niño.

Dado que el cuidado materno es tan Importante, ¿debe trabajar la madre fuera del hogar? ¿Puede una niñera de dieciséis  años o una abuelita tomar su lugar? ¿Serán capaces de disciplinar y amar en correctas proporciones? ¿Qué cosa puede ser más importante que estar con su hijo y amoldar su personalidad durante los años vulnerables de su vida? Vale la pena sacrificar algo de lo material para enseñarle al niño a amar a Dios y prepararlo para ser un adulto responsable.

Durante la primera infancia, los padres son los modelos principales, y mucho de lo que el niño aprende, lo hace por imitación. El hijo llega a ser masculino imitando a su padre. Los niños observan las actitudes de los padres y las aceptan como suyas. Es obvio que esto puede tener consecuencias lamentables en caso de que los padres tengan malas actitudes. Por ejemplo, si la madre desprecia a su marido, y el hijo se pone del lado de la madre, entonces el niño rechazara a su padre como digno de respeto y autoridad. Rechazara así su propio papel futuro de autoridad. Puede haber también repercusiones en la escuela y en la sociedad donde el niño rechace la autoridad. En casos de madres que abrigan pasivamente hostilidad, se produce a menudo la misma actitud en el marido y en los hijos. Si los padres riñen entre si ante los hijos, los niños tenderán a sentirse inseguros y ansiosos, tenderán a considerar al mundo como un lugar peligroso e inseguro. Habrá un conflicto de lealtades y les faltaran modelos adecuados para un desarrollo correcto. Si los padres se separan y el hijo pierde uno de sus modelos, puede resentirse con uno de ellos, o resentirse también con la vida, puede sufrir huellas emocionales permanentes. Uno de los factores más importantes para fomentar el sentido de seguridad en el niño es una relación armoniosa entre los padres, otro es la existencia de principios morales firmemente sustentados y de normas de conducta elevadas en los padres y demás adultos que entran en contacto con el niño.

B.      DISCIPLINAR

El pensador francés  Dionsio Dlderot dijo que en todo niño yace un delincuente potencial, asi es que la obra de criarlo es convertir en carácter bueno la materia prima. Al nacer, el niño piensa únicamente en si mismo, en sus propios deseos y en su propia comodidad. El proceso de desarrollarse hasta la madurez es estar consciente de forma siempre creciente de las necesidades, deseos y derechos de otras personas, o sea, dejar de ser egocéntrico. Esto ocurre normalmente en el diario vivir de la familia, al establecer las relaciones debidas con sus hermanos y con sus padres, un aspecto fundamental del proceso es la disciplina. Esta no se limita al castigo, también es establecer autoridad y control sobre los niños, tiene el fin de inculcar en ellos respeto y responsabilidad.

 

¿Por qué disciplinar? ¿No es una costumbre anticuada? Es muy popular la creencia moderna de que la abundancia de amor torna innecesaria la disciplina, los niños terminan por responder a la paciencia y la tolerancia, desechando la necesidad de la disciplina. La disciplina produce solamente inhibiciones dañinas en el niño. Somos básicamente buenos por naturaleza solo necesitamos cultivar el bien en el niño y lo malo será descartado en el proceso. Pero, ¿qué dice la Biblia? Dios responsabiliza a los padres de la disciplina de sus hijos Jehová  castigo al sacerdote Elí por no haber restringido la conducta de sus hijos «Sus hijos han blasfemado a DIOS, y él no los ha estorbado» (1Samuel 3: 13) El escritor inspirado atribuye la maldad de Adonias , el hijo rebelde de David, al hecho de que «su padre nunca le habla entristecido en todos sus días con decirle ¿Por qué haces así? (1 de Reyes 16).

Según la biblia la disciplina es una señal de amor paternal “Porque el Señor al que ama, disciplina, Dios os tratara como a hijos, porque ¿Qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 12:6,7).

Fomentar el respeto hacia los padres es un factor decisivo, tato para poner los fundamentos de respeto hacia los demás, como para manejar a los niños. Si el niño no aprende a respetar a sus padres, tampoco respetara la autoridad de sus profesores, de la ley y de las otras personas con habrá que trabajar. Y si irrespeta a sus padres, es improbable que acepte sus creencias respecto hacia Dios.

La disciplina es un factor indispensable para desarrollar el dominio propio. Por supuesto, los padres prudentes saben aflojar paulatinamente los controles cuando los llegan a ser adolescentes. Así efectuaran la transición desde el control paterno hasta el autocontrol.

¿Cuándo debemos disciplinar a nuestros hijos? Conviene comenzar a disciplinarlos cuando están en la cuna. Un bebe tierno sabe si puede o no manipular a sus padres, y si puede, lo hace. Además que los padres deben estar unidos para administrar la disciplina a los hijos. Y las amenazas deben ser cumplidas, pues los niños pronto se darán cuenta de cuando la amenaza es hueca.

3. DE AMOR INTELIGENTE

Los psicólogo que se especializan en el trato de los niños afirman que una causa frecuente de los problemas de la mala conducta infantil, es que el niño se siente rechazado, no deseado y no amado. Muchos padres que rechazan a sus hijos, no se dan cuenta de lo que hacen, y no admiten ante si mismos que tienen tal actitud. A menudo procuran disimular el rechazo o compensar por su actitud, mimando al niño y dándole todo lo que quiere en cuanto a ropa y juguetes. Sin embargo, el niño percibe instintivamente el verdadero sentimiento de los padres y se siente aislado e inseguro. Reacciona con hostilidad, agresividad y otras formas de conducta caprichosa.

Alberto Palmquist un policía que abrió un hogar cristiano para prostituas, decía “Las prostitutas jóvenes tienen un factor en común un padre deficiente, que esta ausente, que no disciplina, que da mal ejemplo o que es demasiado machista como para compartir una emoción tierna con una chica”

Mimar a los niños a menudo de manera exagerada, puede perjudicar la formación de la personalidad del niño, a menudo resulta en que el niño llega a ser egoísta, exigente e incapaz de tolerar frustraciones, tiende a no asumir responsabilidades, a exigir mucha atención y a rebelarse con autoridad.

El verdadero amor de los padres se expresa dando de su tiempo a los niños. En especial, el padre debe cumplir su papel de cabeza de familia. Si viene a casa demasiado cansado como para hacer otra cosa que sentarse y mirar la televisión toda la tarde, o si sale después con sus amigos, seguramente habrá problemas.

“Debe encontrar tiempo para pasar tiempo con sus hijos, darle carió y disciplinarlos”

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