¿Problemas con el alcohol?
De: Pablo Hoff
El uso excesivo del alcohol es uno de los problemas más perjudiciales en la vida nacional de vanos países de America Latina. Por ejemplo para Chile significa más de seiscientos millones de dólares anuales en pérdidas por ausentismo laboral, accidentes de transito, medicamentos, gastos médicos y hasta funerales. La suma equivale a la mitad de su exportación de cobre, la mayor fuente de sus divisas (Diario el Mercurio, 1979).
Las consecuencias sociales son aun más dramáticas. En los hospitales del Servicio Nacional de Salud, una de cada tres camas para hombres esta ocupada por un enfermo de Cirrosis hepática causada por el consumo del alcohol. Cinco de cada cien chilenos mayores de quince años son alcohólicos según un articulo del diario «El Mercurio de Santiago, un veinticinco por ciento de los suicidios de la nación se producen por esta dos depresivos, después de grandes borracheras (27 de Enero de 1980).
El problema del alcohol no es un asunto de ahora, es un problema social de hace muchos años. Sin embargo el problema presente es qué se publicita y propaga su comercialización aun entre los menores de edad. El consumo de drogas por ejemplo era cuestión inaceptable hace muchos años. Pero hoy día parece ser cosa de moda tanto para los adultos y para los jóvenes.
Pero ¿Qué es el alcoholismo? Muchas personas no distinguen entre el alcohólico y el individuo que ingiere excesivamente bebidas alcohólicas los fines de semana o aun a diario pero que puede dominar su deseo de beber. Tales bebedores son capaces de elegir la hora, la ocasión y el lugar desee diversión. En contraste, el acohólico es que no puede dejar de tomar todos los días, o quien cuando ha comenzado a beber es incapaz de detenerse.
El alcoholismo pertenece a la categoría de las enfermedades de adición y es la más común y devastadoras de estas. El alcohólico crónico es adicto física y psicológicamente a la droga llamada: alcohol. Beber llega a ser la necesidad más imperiosa de su vida. Necesita tomar continuamente para seguir funcionando y para evitar los síntomas que se producen cuando deja de tomar alcohol: temblores, alucinaciones y terror irracional.
A veces decide dejar de tomar continuamente, pero es incapaz de abstenerse de beber permanentemente. Cuando no bebe esta irritable, nervioso, deprimido y no duerme bien.
Entonces, decirle a una persona “deje de beber porque perjudica a su familia y a su trabajo” es en su mayoría ineficaz. El alcoholico es una persona en un pozo profundo, sino recibe ayuda le es casi imposible salir.
Este problema no hace distinción entre edades, sexo o niveles sociales. El doctor Enrique Duval (Clínica Santa Maria de Santiago) dijo: “La clase alta bebe tanto como la baja. En la clase alta el alcohólico toma y bebe, pero el de la clase baja come menos, por lo que es más propenso a contraer Cirrosis”
¿En qué consiste la cirrosis de hígado?
La cirrosis de hígado es una enfermedad debida a la cicatrización progresiva del hígado causada por varias condiciones tales como la hepatitis crónica, la enfermedad biliar, el hígado graso y el abuso del alcohol. La cicatrización disminuye la capacidad del hígado para funcionar normalmente.
La cirrosis causa cambios que incluyen la obstrucción del flujo de sangre hacia el hígado, llamada hipertensión portal. Esto puede resultar en un bazo agrandado, ascitis y sangrado gastrointestinal (GI) grave de los vasos sanguíneos dilatados (denominados várices) que se pueden romper. El daño causado al hígado por la cirrosis es irreversible, y las etapas avanzadas puede ser fatales.
Por lo general, los síntomas de la cirrosis no son detectables hasta que el daño en el hígado se encuentra en una fase avanzada. Los síntomas pueden incluir:
- Náuseas
- Pérdida del apetito
- Aumento de peso/formación de ascitis
- Ictericia
- Picazón en la piel
- Fatiga
- Aparición fácil de moretones
- Hinchazón abdominal.
Niveles del alcoholismo
Prealcoholico: Es la persona que esta en la primera etapa o el periodo de los primeros síntomas. Comienza a tomar con frecuencia para aliviar la tensión y fatiga, quitar desilusión, frustraciones y olvidar los problemas del trabajo y la familia. Además no se notan tanto los síntomas de su ebriedad, pues puede caminar bien, hablar casi normalmente, y la nausea tarda hasta el día siguiente.
Etapa Crucial: Comienza con la perdida de control sobre su deseo de beber, por lo cual toma excesivamente. No es capaz de detenerse, ni de resistir la tentación a tomar el primer trago. Y niega rotundamente ser un alcohólico. Si el tiene problemas con su pareja, encuentra consuelo en el bar más cercano. Pierde la consciencia y se duerme con facilidad en cualquier momento. Se deteriora su salud y necesita atención medica.
Etapa Crónica: Es la ultima fase del alcoholismo. Ahora el individuo puede embriagarse con con menos alcohol, y la ebriedad puede durar dos o tres días consecutivos. Teme estar sin bebidas en algún momento, y esconde muchas botellas. Alberga sentimientos amargados hacia otras personas, experimenta ansiedad, tensión temblores y pensamientos acerca de la muerte.
El alcoholismo es un suicidio a largo plazo. Las estadísticas demuestran que una persona que comienza a beber a los 20 años muere a los 52. Su problema ha acortado en doce a quince años su vida. Ademas, se necesita alrededor de 8 años para que una persona que toma en proporción “moderada” se convierta en alcohólico.
Los estragos del Alcohol
El alcohol es una de las drogas más peligrosas en la actualidad. Y lo peor de todo es que es legal. El alcohol ataca los sistemas circulatorios, respiratorio, digestivo y nervioso. El hígado del bebedor se altera casi desde el comienzo, y con el todo su metabolismo. Irrita e inflama el estomago y los intestinos, y hace subir la presión arterial. El cuerpo lo utiliza como cualquier otro alimento, pero carece totalmente de vitaminas, minerales y proteínas. No almacena energía ni genera tejidos.
Los mas lamentables estragos hechos por el alcoholismo se encuentran en la familia del alcohólico. Los miembros de la familia sienten vergüenza por su conducta y procuran encubrirla.
Pero es peor aun cuando hasta las esposas acompañan a sus maridos cuesta abajo. En tales casos los hijos sus¡oren mas con una madre alcohólica que con un padre alcohólico pues ellos reciben mayormente el cuidado físico y cariño maternal que tanto necesitan para desarrollarse normalmente.
Recursos para el tratamiento del alcoholismo
Si hay esperanza para un alcohólico. Existen centros denominados Alcoholicos Anonimos que tienen tratamientos de abstinencias perpetua.
Puesto que el alcoholismo es un problema espiritual, físico y emocional es necesario tratarlo en tres sistemas:
El físico: Algunos centros utilizan inyecciones de apormorfina. Que provoca el rechazo al alcohol, ayuda a que el paciente decida no ingerirlo mas. Este puede ser un método desintóxicante pero sin la ayuda espiritual y sin apoyo psicológico, familiar y social, por lo general reinciden.
Consejería al alcohólico y su familia
Es importante que no se le considere al alcohólico como un vil pecador sin remedio. Aun que la Biblia considere a la embriaguez como un pecado. Condenar al bebedor no se logra mucha ayuda. Pues él reconoce que tiene ya un problema.
Pero nadie puede ayudar a un alcohólico si el mismo no se da cuenta de que es alcohólico y de que es completamente impotente en cuanto a gobernar su problema. Cuando el llega a este punto, entonces esta en condiciones de evaluar su relación con Dios, con su prójimo y con sigo mismo.
Ayúdele a ver que las consecuencias al beber son peores que el dolor que experimenta al dejar de beber. Otro error que cometen las parejas de un alcohólico es discutir cuando ellos están ebrios, gritar amenazarlos. Esto en cierto sentido le da más excusas para seguir tomando.
La familia, necesita ser asesorada sobre como es el comportamiento de un alcohólico y asistir con ellos a reuniones familiares sanas y de familias de alcohólicos si es posible. La familia no debe compadecerse del alcohólico, ni rechazarlo, más bien de ayudarle.
Sobre todo es necesario enfrentar al alcohólico con la realidad de su enfermedad cuando este sobrio. Las personas que él ama son importantes para él, tales como la esposa (o), los hijos, o sus padres. Este es el primer paso para la curación.
El proceso de desintoxicación también va para la familia, pues si esta no se re-diseña cómo Dios la ha ordenado, al cabo de dos años el rehabilitado vuelve a caer en la trampa del alcohol. Un ejemplo claro de esto es que cuando el rehabilitado esta sobrio y ha demostrado cumplir con el proceso, la mujer debe permitirle a el cumplir su deber como esposo y padre y no rehusarse a darle el lugar que le corresponde. Puede que ella sienta temor y celos porque sus hijos quienes antes se refugiaban en sus brazos por temor a su padre, ahora le buscan a el para consejos y recuperar el cariño que les hacia falta.
A menudo las esposas se desilusionan al darse cuenta de que la recuperación de su cónyuge no soluciona todas las dificultades matrimoniales. Hay que ser claros desde el principio, la rehabilitación no soluciona todos los problemas, pero si proporciona una oportunidad mayor para enfrentar los problemas más profundos del hogar.
Para aquellos que tienen familias con problemas de alcohol, el primer paso ante todo es orar y segundo, buscar ayuda de profesionales que trabajan con grupos que enfrentan el mismo problema para que no se sienta avergonzado. Tercero, trabajar con la estructura de la familia para que también sea parte del proceso de cambio. Y cuarto, como familia busque actividades sanas para la familia, lejos del alcohol y no hay mejor actividad física, emocional y espiritual que buscar a Dios en una iglesia.
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