Delincuencia Juvenil
De: Pablo Hoft
Es un problema que se
expande como una plaga por todo el mundo. Y es un riesgo para la seguridad pública
de todos.
No es difícil percatarse de que estamos en medio de una época
de cambios sociales encendidos y alimentados por la juventud. Como por arte de
magia se ha venido a desarrollar una extraña generación de hombres sin ley, cuyo
objetivo parece ser trastornar todo orden, ley y control. Parece que el viejo
orden en el que los jóvenes respetaban a los adultos está pasando. En las
grandes urbes, no es fuera de lo común que los jóvenes no aceptan que sus
superiores les llaman la atención por algo. Hasta los niños parecen ser
incontrolables. Una popular columnista observaba: “El rumbo de los niños ha
tomado un nuevo significado: los niños dirigen a los padres”.
Han aumentado notablemente entre los jóvenes la drogadicción,
el libertinaje sexual y la delincuencia. Cuantos jóvenes hay que son despedidos
de su trabajo porque continuamente desafían la autoridad del jefe, o que pierden
un ascenso en su posición por no ser cumplidores. Aunque los jóvenes de hoy
tienen más ventaja que la juventud de antes para desarrollarse, muchos no la
aprovechan. Según el cálculo del psicólogo German Rivera, aproximadamente
el 25% de los adolescentes tienen
problemas familiares y son agresivos y apáticos con los mayores. Se exagera el
concepto del abismo generacional, el cual, sin embargo, existe. Muchos jóvenes están convencidos de que los padres son los únicos
culpables.
Es evidente que muchos problemas juveniles son producto del
materialismo y de los medios de comunión como radio, tv, internet. Y la
carencia de enseñanza moral en las instituciones públicas.
No cabe duda de que se un deterioro en la conducta de muchos
adolescentes. Es la consecuencia de varios factores los medios de comunicación bombardean
continuamente a los niños y jóvenes con una filosofía materialista y carente de
valores espirituales y morales. Por ejemplo se calcula que un joven de 20 años habrá
presenciado 18,000 asesinatos o muertes violentas presentados en la TV, también
se recalca la importancia del sexo y de las cosas que den satisfacciones
inmediatas. Vivimos en una sociedad en la que prevalece la permisibilidad y la
libertad excesiva. Las escuelas públicas
a menudo no imponen normas morales ni disciplinan adecuadamente. También, el
ocio de muchos jóvenes les proporciona la oportunidad de ocuparse en
actividades malsanas Idean aventuras destructivas para escaparse del
aburrimiento.
Sin embargo, la mayoría de los jóvenes que se comportan mal
de vez en cuando, no son delincuentes, en el sentido exacto del término. Se
llama delincuentes juveniles a los de menor edad que se dedican a la conducta
antisocial como robo, el vandalismo, los actos de violencia, la prostitución y
hasta el homicidio. Narramore señala las características comunes de tales
individuales. Algunos son:
·
Desprecio de las normas y reglamentos.
·
Falta de dominio propio.
·
Patrones sexuales desviados.
·
Incapacidad de diferir los placeres inmediatos.
·
Relaciones sociales superficiales.
·
Habilidad de razonar y culpar a otros por la
conducta propia.
·
Frecuencia de lenguaje obsceno.
·
Deseo de ser “importante”
·
Desprecio por los derechos de propiedad ajena.
·
Discrepancia entre el desarrollo de inteligencia
y el de la conciencia.
Frellich observa que
el delincuente juvenil es incapaz por lo general, de pensar con realismo,
considera solamente los fines inmediatos en cuanto a sus relaciones personales
y sociales. Desea conseguir lo que quiere y conseguirlo inmediatamente. No sabe
negar o postergar la satisfacción de sus deseos, a fin de conseguir una satisfacción
más amplia y permanente en el futuro. Actúa como si el mundo entero girara
alrededor de él. Las personas y cosas le parecen medios para obtener sus fines,
especialmente sus propios placeres. No ve razón por la que sus deseos no sean
satisfechos directamente tan pronto como los sienta, y no le preocupa el daño o
pena que cause a otros. Piensa solamente en sí mismo.
Los delincuentes Juveniles caen en dos categorías los que se
aíslan de otras personas (o son aislados por otros) y actúan independientemente,
y los que llegan a ser delincuentes por asociarse con un grupo cuya actitud y
conducta son antisociales
¿Por qué los adolescentes llegan a ser delincuentes? Algunos psicólogos señalan el papel que Juegan
su medio ambiente y sus problemas Sm embargo es un hecho evidente que en una situación
en la que dos individuos muy similares enfrentan el mismo problema, a menudo
reaccionan de manera diferente La mayoría de los niños que residen en barrios
de deterioro no son delincuentes, m tampoco son delincuentes la mayoría de los
hijos de padres de escasos recursos económicos o los niños de las ciudades. Juega
el factor de la decisión personal
En la mayoría abrumadora de los casos de delincuencia, hay evidencia
del fracaso de la vida del hogar un padre abandona al otro, la separación,
hijos naturales, falta de compatibilidad entre los padres, u otros factores Los
esposos Sheldon y Eleanor Glueck hicieron un estudio sobre mil adolescentes
delincuentes. Encontraron que el cincuenta por ciento de los delincuentes se
hablan metido en problemas antes de tener ocho años, y el noventa por ciento,
antes de llegar a los once años Habla deficiencia en cinco áreas de la vida del
hogar:
· 1. La disciplina que ejercía el padre.
· 2. La supervisión de la madre.
· 3. El afecto paternal.
· 4. El afecto maternal.
· 5. La cohesión de la familia (La fuerza que une a
sus miembros)
Tres relaciones entre
padres e hijos producen muchas veces personalidades antisociales (a) Rechazo: El
individuo es de un hogar en el que se Siente no deseado y no querido Su
conducta antisocial puede ser motivada por el deseo inconsciente de castigar a
sus padres, los cuales lo rechazan, o castigarse a sí mismo por sentir hostilidad
hacia ellos (b) Los mimos excesivos: El niño que recibe todo lo que desea, no
aprende a restringir sus impulsos m postergar la gratificación de sus deseos. Acostumbrados a toda clase de privilegios,
estos niños se crían egoístas y sin consideración hacia los demás (c) Falta de
identificación: El niño aprende identificándose con un adulto que llega a ser
su modelo. Muchos antisociales vienen de hogares rotos o de hogares en los que
uno de los padres estaba ausente por periodos prolongados.
El concepto de sí mismo tiene gran importancia en cuanto a
su conducta Su concepto depende de sus aspiraciones, su sentido de valor y de
poder o, en cambio, de sus sentimientos de debilidad, indignidad e inferioridad.
Si su concepto esta distorsionado, el individuo tendrá problemas. Las
aspiraciones demasiado grandes son capaces de producir depresión a la persona
que no puede alcanzarlas. En cambio, si existe un sentimiento de indignidad,
este puede impedir que descubra y perfeccione las capacidades que la persona ya
tiene.
Muchos delincuentes se desesperan en su ansia de recibir de
la vida algo mejor de lo que han experimentado. Ya tienen antecedentes de delincuencia
que los hacen aparecer como leprosos en la sociedad y no creen que puedan ser
considerados tan dignos como otras personas de la misma edad.
Los esposos Glueck encontraron en sus estudios evidencia de
que el delincuente Juvenil trata de solucionar sus conflictos emocionales de
manera diferente a la que emplean los no delincuentes tiende a expresar abiertamente
su dificultad o a tomar acción. También tiende a aceptar más pronto una norma
de conducta que permite licencia e Irresponsabilidad.
Con frecuencia, el individuo adopta la norma del grupo, porque
quiere sobre todo ser aceptado en su seno Por ejemplo, Edit decide unirse a un
grupo de muchachas, a pesar de que no le causa agrado alguno practicar la licencia
sexual que las caracteriza. Se adapta a la norma de ellas para ser aceptada como
una más. De la misma manera. Juan tolera que algunos de los miembros de su grupo
fumen marihuana, aunque se da cuenta del peligro de la droga. Admira la valentía
de sus miembros en sus andanzas delictivas y está dispuesto a pagar el precio
para ser parte de ellos.
¿Qué pueden hacer los padres al ver que su hijo tiende a ser
delincuente? Narramore nos aconseja:
“El niño que es prolongadamente desobediente y rebelde, requiere atención inmediata si se logran tomar medidas para aliviar sus trastornos antes de que se vuelvan demasiado graves, se evitaran sus muchas tribulaciones futuras. Tiene especial importancia que los maestros remitan a tiempo a tales estudiantes al personal de orientación escolar. Muchos de los métodos actuales de tratar la conducta delincuente no alivian los conflictos básicos del individuo El encarcelamiento y el castigo pueden, en realidad, hacer que la persona se vuelva más hostil y rebelde, de modo que al recobrar la libertad vuelva a la conducta antisocial”
Es difícil ayudar al delincuente Juvenil. No hay soluciones fáciles fuera de la conversión profunda a Cristo. En primer lugar, encuentra aceptación y aprobación en el grupo de sus compañeros delincuentes si cambiara su conducta, tendría que apartarse de sus viejos compañeros, y esto le es muy difícil. Los jóvenes creyentes a menudo no están dispuestos a aceptar a alguien que ha sido delincuente o tiene tendencias a serlo.
¿Qué puede hacer la iglesia para prevenir la delincuencia Juvenil y para rehabilitar al Joven rebelde? Mucho depende de su concepto de sí misma ¿Es meramente una sociedad redimida o es una sociedad redentora? ¿Aceptara a los inadaptados? ¿Hay lugar para la madre soltera? ¿Para el delincuente Juvenil? ¿Para el drogadicto? ¿O serán considerados como leprosos? ¿Cómo se trata al niño que molesta a los demás en la escuela dominical? ¿Lo echa fuera o se esfuerza por comprenderlo y ayudarlo? ¿Enseña el liderazgo a los jóvenes a aceptar a una persona diferente a ellos? ¿Tiene la Iglesia un programa de actividades, incluso recreación para los jóvenes?
Por la gracia de DIOS, la Iglesia debe ser una
comunidad de personas transformadas y transformadoras. Tal iglesia puede ayudar
a los delincuentes Juveniles
Comentarios
Publicar un comentario