Características de los Adolescentes

                                              



   De: Pablo Hoft 

No cabe duda alguna de que la adolescencia tiene sus complicaciones, sí que las tiene. Se la describe como «los años tumultuosos marcados por  el desarrollo, el conflicto y la tensión. Los adolescentes quieren ser comprendidos y  aceptados por los padres y por otros adultos, pero en vez de ello a menudo son el blanco de las críticas, quieren hacer valer su independencia, pero a veces se vuelven infantiles en su dependencia. Los adultos se preguntan muchas veces que hacer con los jóvenes, y estos, otras tantas, que pasa con ellos mismos.

Es la etapa en la que se fijan metas en la vida y en la que tratan de establecer su independencia. Es el periodo en el que los jóvenes se ven obligados a tomar decisiones que afectan toda su vida. Es la edad de lo nuevo, del cambio, de la inestabilidad, de los aires de grandeza, de los momentos de desaliento, de la alternación entre dependencia e independencia, que hace a sus padres preguntarse  ¿Cuál será el papel de mi hijo?

¿Qué es la adolescencia? Por regla general, se define como el periodo de la vida entre la niñez y la edad adulta. El proceso comienza con la pubertad (doce o trece años de edad para las chicas, y alrededor de catorce o quince años para los muchachos). Lo difícil es determinar cuándo termina. Unos dice que a los dieciocho o diecinueve años y otros, a los veintidós o veinticuatro, o sea, desde la pubertad hasta que la persona adquiera una profesión o un estado matrimonial responsable, o una actividad que le permite desenvolverse de forma autónoma y libre.

La adolescencia, tal como la conocemos en las áreas urbanas, es propia de nuestro siglo, o lo menos en la actualidad se acentúan los problemas que ocasiona. Dice el siquiatra chileno Armando Roa “Solo la civilización científica y tecnológica moderna, por su alta complejidad, exige de sus  miembros prolongadas maduraciones antes de asumir responsabilidades definitivas” Cuanto más desarrollada es la cultura, tanto más larga y difícil es la transición entre la niñez y la madurez. Hoy, e adolescente tiene que esperar de cuatro hasta ocho años antes de ser reconocido como adulto y recibir privilegios de tal, como el derecho de ganarse la vida y casarse… En las áreas rurales, la transición de la niñez a la edad adulta no lleva consigo tantos problemas como en la de los jóvenes de las ciudades.    

Es importante prestarle atención a la adolescencia, pues es el periodo más crítico y de crisis religiosa en que la mayoría de los hijos de creyentes toman la decisión de seguir a Cristo o de abandonar la fe de sus padres.

Sus características

Tengamos presente que los adolescentes tienen entre si sus diferencias individuales, cada uno reacciona un poco distinto ante los cambios y presiones de esta etapa.

A.       Cambios Físicos: El primer ajuste importante de la adolescencia tiene que ver con el cambio biológico. Nos interesa considerarlos, pues el desarrollo físico del adolescente juega un papel importante en su concepto de sí mismo e influye en su comportamiento.  Esta primera etapa se caracteriza por un repentino “brote de crecimiento” con un aumento acelerado de peso y de estatura. El crecimiento más rápido ocurre en el año de la pubertad (Época en que maduran las funciones reproductivas), generalmente a los doce años para las muchachas y a los catorce para los varones. En el espacio de un año el joven puede aumentar hasta doce kilos, y crecer hasta diez o doce centímetros. Parece tener un apetito insaciable. Sin embargo el crecimiento no es uniforme en todas partes del cuerpo, por ejemplo el corazón crece más rápidamente que las arterias, resultando un si un aumento en la presión arterial. Es por ello que los adolescentes se quejan con frecuencia de palpitaciones, mareos, desvanecimientos, dolores de cabeza y desasosiego. La desigualdad del desarrollo se observa también en desarrollo del rostro, los músculos y los huesos. Este desarrollo desproporcionado explica en parte la torpeza de los movimientos del adolescente. Esto podría explicar las perturbaciones de carácter emocional que prevalecen durante ese periodo. Y el “yo” del adolescente puede sufrir fuertes golpes. Los miembros de la familia a veces hacen chistes acerca del rápido crecimiento y torpeza del joven, y este se acompleja.

 

B.      La búsqueda de la realidad.    La adolescencia es un periodo de cuestionamiento referente a muchas cosas, incluso la religión. El busca descubrir las cosas por sí mismo, la realidad de alrededor va dejando el mundo de fantasía del pre adolescencia y piensa más en lo práctico. Uno de los descubrimientos más típicos e impresionantes de la adolescencia es el descubrimiento súbito de que las personas no son como parecen ser. Que algo desilusionado con algunas personas, incluso, a veces con sus propios padres.  Cuando es niño acepta incondicionalmente las creencias de sus padres, pero al llegar a la adolescencia se produce un cambio. Ya no acepta ideas y enseñanzas sin examinarlas. Emplea el raciocinio para conocer y juzgar lo que escucha y lee, incuso las doctrinas religiosas. Las respuestas dogmáticas por parte de los padres o del líder cristiano no tiene lugar en la mente de un adolescente, más bien deben ser bien elaboradas de tal modo que ellos puedan juzgar la verdad.

 

C.       Desarrollo social: El abandona paulatinamente el estrecho punto de vista social de la época de la niñez. Tiene ahora una nueva conciencia sobre sí mismo y un creciente interés respecto a otras personas. Le interesa mucho saber que piensan los demás sobre él, especialmente los del sexo opuesto. Sin embargo les es difícil relacionarse con los adultos, aunque ardientemente desea ser un adulto y aceptado por ellos. Su timidez que resulta de su torpeza, a veces hace que se sienta incomodo ante la presencia de personas mayores. Hay en el adolescente un ardiente deseo de pertenecer a un grupo, y de identificarse con él. Dado a que no existen puertas para entrar en el mundo de los adultos, le parece que la única solución es entrar al grupo de sus compañeros para encontrar la aceptación que desea. En este nivel se amolda a sus normas aun cuando la conducta resultante no agrade a sus padres o viole sus convicciones.

D.       Atracción y amor. En el pre adolescencia, los niños juegan con los de su mismo sexo, pues menosprecian a las niñas, y ellas ven a los niños como “bruscos y molestos”. Pero con el advenimiento de la pubertad, sienten atracción creciente hacia el sexo opuesto. Y se preocupan mucho por su apariencia. En esta etapa  el amor experimentado se llama: Amor Pueril. Es la época en que todo el interés se concentra en una persona, en verla y saber de ella, en nombrarla por cualquier motivo. Pero si esta llega a darse cuenta del interés que despierta, el enamorado sonroja, pierde el habla, se siente avergonzado. Pueden surgir sentimientos fuertes, pero generalmente terminan en fracasos. Según el grado de confianza, el adolescente consultara con sus padres sobre temas  de amor y de sexo con sus padres o profesores, pero si estos canales están cerrados, la información provendrá de sus compañeros, películas, revistas, internet, generalmente deformadas.


E.       Independencia e identidad: Es importante que aprenda a tomar sus propias decisiones, asumir responsabilidades y dejar atrás finalmente la vida protegida y dominada por sus padres. El deseo del joven de independizarse y establecer su propia identidad es normal, pero lo hacen de manera equivocada. Buscan respuestas como: ¿Cuáles son mis valores? ¿Qué propósito tengo en la vida? ¿Cuáles son mis metas? Pero si no encuentra respuestas, puede sentirse amenazado a medida que se acerca la edad adulta. Si el joven se ve a sí mismo como una nulidad o una persona mala, puede postergar responsabilidades, no asistir a la escuela, no trabajar, y aun recurrir a las drogas o caer en la delincuencia para superar sus sentimientos de indignidad.

         

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