La Iglesia ante el Covid- 19

 

por Eliezer Perez



"Con gran gozo y placer nos volvemos hoy a ver; nuestras manos otra vez estrechamos. Se contenta el corazón... " Estoy casi seguro de que cuando usted leyó estas líneas lo hizo cantando, y no es extraño porque es un canto que se ha entonado por generaciones siempre al dar inicio en el culto dominical de la iglesia. 

Ha casi un año desde que la mayoría de las iglesias no se reúnen por la medida sanitaria a causa del SARS-CoV-2 el himno de batalla está casi perdiendo su esencia. 

Por salud nos limitamos a estrechar las manos, por salud evitamos abrazarnos y peor aún por salud no vernos personalmente. La enfermedad no se ido y posiblemente nunca se irá. Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero muchas cosas han cambiado desde entonces, los gobiernos tratan de alguna forma hacer algo. Pero sus efectos se han hecho notar en la política, en los negocios, la familia y ¿por qué no la membresía de las congregaciones? 

"Yo me alegré con los que me decían a la casa de Jehová iremos" (Salmos 122:1). 

Decía el rey David. Hoy estoy parece cosa extraña. Salir ahora y retornar a los locales involucra un esfuerzo, que no es tan alegre como dice David. No crea que estoy en contra de la era digital, al contrario creo que es una herramienta para ayudarnos en el aprendizaje, pero No subestimo el poder que tiene para distraer a las personas. 

En tiempos cuando se impuso que no se permitía las reuniones grupales por el covid-19; muchos aprendimos otra faceta importante. Y fue la importancia de la vida cristiana y el sacerdocio en el hogar, ¡Cantar en el hogar, estudiar la Biblia en familia, orar en familia, momentos hermosos! De hecho siempre leíamos acerca de Josué 24:15 "pero yo  mi casa serviremos a Jehová". Pero nunca había tenido tan grande significado para mí sino fuera por lo sucedido. 

Algunos creen, otros no; unos dirán que soy inconsciente y subestimó la enfermedad, otros encontrarán apoyo en lo que dire. Pero créame que solo quiero recordarle a usted mi querido hermano o hermana que lee este artículo. En el nombre de Cristo y por su salvación haga el esfuerzo de buscar reunirse si el gobierno a un año después de todo se lo permite. Tome el consejo de las medidas sanitarias que usted ya implementa en su trabajo, cuando visita su familia, en el supermercado, en la farmacia, etc. 

Finalmente recuerde:  "nadie madura en la vida viviendo solo a la distancia" mucho menos un cristiano, por lo demás usted ya conoce que un carbón retirado de las llamas de la brasa, se apaga por sí solo.    

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